Por primera vez, una ciudad latinoamericana fue escogida para acoger al evento que reunió a cerca de 30 laureados con el Premio Nobel de la Paz y la Red Iberoamericana de Jóvenes Líderes estuvo presente.
Esta Cumbre, que es la plataforma más importante del mundo en el campo de la paz, y se ha realizado desde 1999 en ciudades emblemáticas como París, Berlín, Hiroshima y Chicago, reuniendo líderes de alto perfil, organizaciones, estudiantes y docentes universitarios del mundo, tuvo lugar los pasados 2, 3 y 4 de febrero en la ciudad de Bogotá, Colombia.
Allí, los Premios Nobel se reunieron para ofrecer conferencias, charlas y foros sobre sus experiencias en construcción de paz, reconciliación y desarrollo. Rodeados por activistas y políticos que han trabajado por construir sociedades más justas, democráticas y tolerantes en todo el mundo, hablaron sobre el proceso de paz en Colombia y sobre cuál debería ser el camino a seguir ahora que las condiciones están dadas.
Bogotá, Ciudad Mundial de la Paz
Al final de la Cumbre, Bogotá fue declarada Ciudad Mundial de la Paz y se presentó la Carta de Colombia. Se trata de un decálogo que busca tratar a la humanidad como una sola familia y respetar la diversidad, promover la tolerancia, la solidaridad, la compasión y el respeto a las diferencias y a los derechos de las minorías.
La RIJL, presente
Durante el evento, se buscaron estrategias y modelos para seguir construyendo paz en torno a temas como la democracia, la reconciliación, la inversión en el sector privado, el desarrollo sostenible, la educación, la diversidad e inclusión, el diálogo nacional y la juventud, temas de amplio interés para la RIJL.
En ese marco, los jóvenes y la cultura tuvieron una importante cabida durante el desarrollo del evento. Allí, la Red Iberoamericana de Jóvenes Líderes participó activamente junto a más de 600 jóvenes e instituciones tales como PeaceJam y Colombia Joven para crear puentes de entendimiento en busca de la reivindicación de los derechos de las víctimas de la violencia, iniciativas pedagógicas para trabajar en construcción de paz y proyectos de convivencia, entre otros.
Innegablemente, la Cumbre fue un excelente espacio de encuentro y diálogo que permitió difundir los objetivos de la RIJL y crear nuevos lazos, potenciando y fortaleciendo lo más valioso que tenemos: nuestro potencial para impactar en el mundo.
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